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Luciana comenzó su formación fotográfica trabajando en el laboratorio de blanco y negro, primero entendiendo la parte técnica para luego aplicarla según el discurso que busca plasmar en cada serie o proyecto. La frase "El medio es el mensaje" guía su trabajo. Se interesa por lo íntimo —la memoria, la familia, la infancia—, pero también por el espacio y el contexto como elementos fundamentales que moldean nuestra identidad.
Para ella, la fotografía es un lienzo en blanco donde la luz y los químicos le permiten pintar una suprarrealidad, una mezcla entre lo consciente y lo onírico, entre la precisión y el azar.
Estudiar en el diplomado de Fotografía Experimental es para mí una oportunidad de continuar con mi exploración fotoquímica. Más allá de lo técnico, valoro mucho el compartir con otras personas que también están en búsqueda de su propio camino, escuchar a grandes maestras y maestros hablar desde sus experiencias, y sentirme parte de una comunidad que valora lo analógico, el proceso, lo impredecible. En un contexto tan digital y acelerado, el manifiesto del Ágora me ayudó a reconectar con la importancia de soltar un poco el control, dejando espacio para el error, la intuición y el aprendizaje constante, sin perder la perseverancia de seguir mejorando.
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Trabajo en curso...😍
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