Después de servir en Vietnam como marine de los EE. UU., el fotógrafo Craig Barber regresa veintiocho años después a un país que vio por primera vez en combate. Aterrorizado por las atrocidades presenciadas, Barber lleva sus recuerdos de la guerra de regreso a Vietnam para apaciguar sus fantasmas. En el campo vietnamita, armado solo con una cámara estenopeica hecha a mano, captura imágenes de cráteres de bombas convertidos en estanques para la crianza de peces, partes de pistas de aterrizaje utilizadas como rejas de ventana y casquillos de proyectiles que funcionan como postes de cercas. En un país donde la mitad de la población tiene menos de veinte años y no tiene memoria de la guerra, las etéreas impresiones en platino de Barber dan esperanza de que la sanación y el cambio están en el horizonte.