Wilting, una exposición de Alena Solomonova

Cada obra se basa en una foto impresa: un autorretrato, sobre el cual se coloca un cristal con una sustancia aplicada que distorsiona la foto. También en cada foto hay una parte de una planta seca.

El proyecto explora el tema del marchitamiento y el deseo de preservar la juventud. Las flores y plantas secas en cada foto simbolizan el proceso natural de marchitamiento, reflejando no solo el envejecimiento físico, sino también emocional, la acumulación de experiencias y la transformación interna. Las plantas están secas y sin vida, pero aún tienen belleza. Son hermosas en su forma congelada, pero al mismo tiempo muy frágiles.

La superficie difusa, cubierta con diferentes sustancias, sirve como una metáfora de los intentos modernos de ocultar las huellas del tiempo. Es un guiño a los filtros de redes sociales, el retoque y las máscaras que usamos para ajustarnos a los estándares de belleza y evitar aceptar los cambios en nuestra apariencia.

La borrosidad también añade una sensación de efimeridad, fragilidad y desapego, enfatizando que tales intentos solo crean temporalmente una ilusión, sin cancelar la realidad. Al crear estos retratos, hablo conmigo misma sobre lo que significa envejecer, cambiar, dejar ir a la antigua yo. Y trato de aprender a ver la belleza en estos cambios, como una flor seca que cuenta su propia historia.

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