El genio y la invención en Italia no se expresan mediante el estudio sistemático, sino más bien a través de súbitos descubrimientos personales. La idea errónea es que la creación artística es un acto irresponsable y reflexivo; en cambio, surge de un lento proceso de introspección y de exploración de las infinitas posibilidades entre realidad e imaginación. Los artistas italianos aplican metodologías estrictas sólo después de aislar la idea esencial impulsada por sus pulsiones íntimas y existenciales. Este enfoque está profundamente arraigado en siglos de tradición y ha dado forma a los sueños de figuras como Dante, Leonardo, Miguel Ángel, diseñadores contemporáneos y estilistas. El genio italiano a menudo revoluciona las reglas y celebra la fantasía. En fotografía, la evolución de la investigación sigue esta ley natural. La historia de la fotografía italiana carece de personalidades comparables a los grandes fotógrafos internacionales. Después de la Segunda Guerra Mundial, los fotógrafos italianos encontraron su estilo único, distinguiéndose internacionalmente, aunque siguen siendo poco reconocidos debido a las malas políticas de intercambio. La fotografía experimental italiana ha tenido un propósito claro desde principios del siglo XX, que continúa ininterrumpidamente. Esta investigación refleja auténticos valores artísticos y se alinea con el ethos artístico de Italia. Los italianos, inventivos con las técnicas y los recursos visuales, utilizan la fotografía con pasión y una obstinación imaginativa que conduce a soluciones únicas.